24/3/09

Crítica 17 de abril

“Preguntas existenciales”
Por Silvia Urite

¿De qué hablan cuatro hombres treintañeros que se juntan todas las semanas para jugar al pool?
Este y otros interrogantes se propone responder EGO, tesis de Licenciatura en Dirección del IUNA de Candelaria Sabagh, supervisada por Daniel Veronese.
La obra es una variación de las siguientes preguntas existenciales:
¿Cuándo, cómo y por qué se depilan las mujeres?
¿Qué valor diferencial tienen las monedas plateadas de 25?
¿Cómo abandonar a una mujer durante un almuerzo sin hacer que sufra?
¿Por qué el joven habla por celular con voz aflautada?
¿Son apetecibles las turistas rusas?
¿Qué hay en el paquete marrón?
En suma: ¿Cuál es el valor de los detalles?
Santo (para mí un derivativo del “Santino” de El Padrino), Cristo, Marco, y Luca componen cuatro arquetipos del porteño piola: el galán, el colgado, el perdedor y el enamorado.
En una serie de repeticiones algo previsible, se juega una misma escena. Sin embargo, la resolución deja afuera los clichés, y cada vez que avanzamos, vamos llegando a situaciones límites, en las que “el lenguaje está de vacaciones” como dice Wittgenstein en el programa de mano, y sólo focalizamos la acción de los cuerpos.
Porque el teatro paradoja si fracasa, tiene éxito. Pero si tiene éxito, fracasa. Pero si…

Desde que aparece María, el único personaje femenino, la obra cambia y derrapa para otro lado.
Los diálogos son fluidos, pero a la vez cotidianos, plagados de lugares comunes de estos cuatro hombres, aquí y ahora, en 2009, en Buenos Aires y en el Teatro Del Pueblo.
Entre las actuaciones vale destacar a Armando Lazarte (Santo), Francisco Vocos (Luca) y Luciana Di Tella (María). Los otros actores acompañan con un trabajo serio.
Las texturas y los climas están bien logrados por la iluminación de Matías Sendón. Un fino trabajo de dirección de Candelaria Sabagh.
http://silviauriteteatro.blogspot.com